El otro día tiré a la basura un montón de artículos de prensa y revistas ya leídos, subrayados y con anotaciones a mano de todo tipo… es la manera guarra que tengo de leer prensa y libros. Así como por donde pasaba el caballo de Atila no crecía hierba, por donde paso yo leyendo crece de todo: hierbas, hierbajos, matojos, arbustos, zarzas, flores, espinas, etc… porque voy subrayando con marcadores de variopintos colores y grosores de todo: titulares, frases, citas, párrafos ya sea en prensa, revistas, libros y todo lo que se menea en forma de texto que, por una u otra razón, me interesa o me llama la atención. Es una forma de decirme a mí mismo: “interesante idea”, “toma nota”, “apréndelo”, “hazlo”, “va a misa”, “mentira”, “verdad”, “bueno”, “muy bueno”, “no se puede decir mejor”, “brillante”,  “genial” “¿por qué no se me habrá ocurrido a mí?”, etc.

El alivio de “releer” en/las Navidades-2020

Tenía que hacer limpieza sí o sí, y por fin lo conseguí… pero antes me di el gustazo de releer algunas cosas y me pasó como a la escritora Clarice Lispector cuando decía “Parece que gano con la relectura. Es un alivio”.  ¿Y qué se gana con la “relectura”? Mucho, por ejemplo, en una lectura que hiciste hace algún tiempo (meses, años, bienios, quinquenios, décadas) encuentras que has subrayado algunas cosas que tenías olvidadas o semiolvidadas y al leerlas ahora les das valor, te traen recuerdos, te provocan emociones, te obligan a hacerte preguntas… o incluso te producen angustia o… ¡alivio!

Un alivio para estas Navidades

A eso voy. Las Navidades se han convertido desde hace años en una locura estresante de viajes, de comidas y cenas familiares, de tiendas, de consumo innecesario, de obligaciones irracionales que nos hemos autoimpuesto (como engordar unos kilos para luego desengordarlos)… hasta el punto de que cuando se acaban, para muchos, son hasta un alivio. Debido a la pandemia mundial, nacional, regional, comarcal  y local (que no es moco de pavo), las Navidades de 2020 no tienen más remedio que ser muy caseras y muy diferentes, primero por las restricciones de movilidad, y segundo porque cuando más te mueves más te la juegas… porque el coronavirus ni está de fiesta, ni se le espera en las comidas y cenas… pero se puede presentar sin haber sido invitado.

¿Y qué hacer entonces estas Navidades cada uno en su casa con su corta familia-burbuja de siempre? Muchas, muchísimas cosas, una de ellas “releer” lo que se ponga a tiro por casa que ya hayamos leído (puede ser desde lecturas subrayadas de la época de la EGB o la ESO… hasta nuestros días). Nos obligará a repensar y reflexionar algunas cosas que teníamos olvidadas y que eran muy valiosas o que en su momento les dimos mucho valor… y que parece que lo han perdido con el paso del tiempo, cuando en realidad son igual de valiosas o más, solo que hemos sido nosotros los que hemos cometido el error de no seguir apreciándolas… porque ahora, seamos claros, estamos rodeados de mucho ruido, pocas nueces y demasiada tontería consumista e internetera que no produce más que frustración… por eso releer lo ya leído en prensa, revistas y libros (que antes nos ha interesado) puede ser un alivio comparativo (lo que valoraba antes y lo que valoro ahora).

Lea, compare, y/o reléalo

Cada uno sabe la edad que tiene y su propia historia desde que nació hasta hoy, y lo que ha leído forma parte de su historia personal. Cierto que el pasado es pasado y nada se puede cambiar ya de él, pero repensar, reflexionar, releer… nos puede iluminar en estos tiempos confusos en el que el futuro pueden ser años, meses o días. Por eso, quedarse en casita leyendo o releyendo puede ser un placer navideño nuevo en lugar del ruido por el ruido ya de todos archiconocido.   

Entonces, ¿por qué he tirado a la basura antes de Navidad “un montón” de artículos de prensa y revistas ya leídos, subrayados, y con anotaciones a mano de todo tipo -libros no he tirado ninguno-? Porque ya los he releído y me han producido alivio… y porque tengo “otro montón” para releer estas Navidades.

Prueba a “releer” y a volver a valorar… y FELICES NAVIDADES 2020… para tomarse el 2021 con valores verdaderos recuperados… ¡quizá un poco olvidados!