Hace unas semanas vino a la Universidad Autónoma de Barcelona Dionís Guzmán, el director de la escuela de negocios ISDI (Instituto Superior para el Desarrollo de Internet), y dio una brillante conferencia titulada “La publicidad se escribe con M de móvil”, fue tan brillante que todavía sigo deslumbrado.
Como si del típico menú español se tratara
- Aperitivo: España es el primer país del mundo en penetración del móvil (88%).
- Primer plato: España tiene la penetración más alta de tabletas de la UE, 14% (el doble de la media).
- Segundo plato: España es el primer consumidor de vídeo en el móvil y de contenidos de redes sociales.
- Postre: En España los usuarios entre 18-24 años miran su móvil una media de 150 veces al día.
- Bebida: El 68 % admite que mira el móvil dentro de los 15 primeros minutos después de levantarse.
- Café: Para no abrumar con más datos que cada uno lo pida como quiera (descafeinado, cortado, con leche, con mala leche… o un digestivo para digerir tanto dato abrumador).
Por otra parte, la inglesa de origen ruso, Anastasia Dedyukhina, doctora en Ciencias de la Comunicación y autora del libro Homo Distractus, explicó ante una sala abarrotada en el último Mobile World Congress de Barcelona cosas como estas:
- «Dejé el móvil cuando vi que me estaba desentrenando el cerebro».
- «El email no fue creado como algo adictivo, pero puede serlo. Las redes sociales, en cambio, sí que fueron adaptadas para ser más pegajosas».
- «A veces miras una red social, o WhatsApp o unas fotos que tienes en el correo electrónico. Pero básicamente es un poquito de estimulación constante, y para cada cual es distinto: hay gente que no puede vivir sin mirar las noticias y otros los mensajes o los «Me gusta». Todo está bien, pero con moderación».
- «Es comida basura para el cerebro».
- «No pude encontrar un modo sostenible de usar el teléfono. Si lo tengo siempre conmigo voy a mirarlo».
- «No deberíamos confiar en nuestra fuerza de voluntad porque se ha demostrado un recurso limitado».
Total, que viendo que como ella misma había cientos de miles de personas le dio la vuelta a la tortilla anglo-rusa y ha creado la start-up Consciously Digital de minimalismo digital para ayudar a la gente a desengancharse del móvil. Y está triunfando, tanto que su sala del Mobile World Congress estaba llena hasta la bandera y la de al lado en la que se hablaba de cómo incrustarse un chip en la piel estaba medio vacía.
Estoy por llamar a mi colega Anastasia Dedyukhina, doctora en Ciencias de la Comunicación como yo, para invitarla a:
Primero: Un menú típico español como el de arriba, pero de comida de la de verdad (para enamorarla de España).
Segundo: Proponerle montar en España Consciously Digital, a la vista de los datos va a triunfar pues somos los primeros del mundo en “inconsciencia digital”.
Y luego me la llevo a Ibiza de viaje de negocios para terminar de impresionarla intelectualmente… pues como dice Santiago Beruete, profesor de filosofía en un instituto de Ibiza: “Cada vez hay más personas rotas. Las cifras lo explican. Este año han entrado 108 niños a primero de bachillerato. Solo se espera que pasen 20 a segundo. A mí me toca explicar a las hijas y a muchas madres que hay otros objetivos en la vida más allá de ser bailarina de la discoteca Ushuaia. La tentación del dinero fácil y la vanidad es muy grande. Ves a alumnas convertirse en acompañantes de famosos. Combatir eso es muy difícil”.
Pues eso, entre España número 1 del mundo en penetración y uso del móvil, y la vanidad que pulula por todas partes, con Ibiza a la cabeza, tenemos dos soluciones: o nos ponemos las pilas con la EDUCACIÓN o acabaremos siendo “el bar de copas de Europa”, como dice el también filósofo y pedagogo José Antonio Marina en este vídeo: “Tenemos que ir a la movilización educativa de la sociedad”. O todos camareros.
¡Muy bueno, profe! Abrazo
Es lo que tiene pasar del «ser o no a ser» al «estar o no estar»… hay que escoger donde estar y donde no estar para poder ser. Otro abrazo.
Madre mía!!! Da miedo pensar en esto.
Un abrazo enorme Mariano!!! Espero que nos veamos pronto
Miedo da, Isabel, pero al miedo hay que meterle miedo… ¡con acciones!
Otro abrazo… sin miedo. 🙂
La referencia al bar de copas de Europa es muy oportuna e ilustrativa. Obviar la inversión en Educación y en I+D+I, nos lleva a competir solo con bajos salarios. Ponemos copas o ponemos ladrillos. Así ha sido desde el siglo XIX y parece que seguirá en el XXI.
Un abrazo