Yo leo, tú lees, él lee, nosotros leemos, vosotros leéis, ellos leen… es casi lo mismo que yo navego, tú navegas, él navega… Es casi lo mismo pero no es lo mismo, o al menos es lo que dicen los últimos estudios sobre la diferencia entre leer “un libro” y leer “un libro en un e-book”.
Si te das cuenta, cuando lees “un libro” lo tienes en las manos con todas sus consecuencias y posibilidades y puedes hacer muchas cosas con él, como por ejemplo: leer, subrayar con colores, hacer tus anotaciones en los márgenes, meterle entre hoja y hoja lo primero que pillas como marcapáginas, si es gordo y musculoso puedes ponerlo en la estantería para vacilar a los otros libros más delgados que él, lo puedes poner incluso en la pata de una mesa que cojea mucho, lo puedes…
Cuando lees “un libro en un e-book” la cosa cambia y cambia mucho… y ni se te ocurre ponerlo en la pata de una mesa, cojee poco o cojee mucho.
Cuando llegó el e-book en 2007 parecía que el libro de papel estaba condenado a morir y ha estado enfermo unos cuantos años, pero es como esos enfermos crónicos que tienen toda su vida casi todo los males y acaban viviendo más que nadie, entierran a todos, y cuando se mueren pasados los 95 años lo hacen por un ataque de originalidad: ¡mal de amores en la residencia de ancianos!
Las cifras cantan. El e-book ha llegado a representar el 25% de las ventas en EEUU y en España el 5,1% pero parece que ese ha sido el máximo, porque la bajada ya ha empezado…
¿Por qué el libro tira más que el e-book?
Algunos datos e investigaciones dan respuesta a esta pregunta y a otras similares.
- En 2015 se vendieron 571 millones de libros impresos, 17 millones más que en 2014.
- El 92% de los universitarios dicen que se concentran más leyendo en papel.
- Es más placentero sentir que al pasar las páginas de un libro de papel “avanzas”, es más emocional… y las emociones en el ser humano lo son todo.
- Dos de cada tres personas prefieren leer en papel.
- El fetichismo también cuenta, las portadas de un libro de papel hablan por sí solas.
- Al “navegar” por un e-book no sabes exactamente dónde estás respecto al conjunto del libro, es decir, no sabes dónde está la orilla y te sientes como perdido, sobre todo los que somos de secano.
- Al “navegar” por un e-book acabas un poco mareado con tanto sube y baja.
Yo además tengo mi propia teoría que denomino “Teoría Sexual del Libro”, y que formulo así. Cuando tienes un libro de papel en las manos que te gusta puedes hacer maravillas con él, puedes admirarlo por fuera y por dentro, tocarlo, manipularlo, olerlo, ojearlo, abrirlo y cerrarlo, escribir sobre él, ver como se entusiasma él y como te entusiasmas tú conforme avanzas… y si te duermes con él, al abrir los ojos sigue ahí, y lo primero que hace cuando te despiertas es mirarte a los ojos como diciendo… ¡Anoche me dejaste a medias! ¿Seguimos?
Sí, pero algunos dirán, leer en un e-book es inmediatez (¡lo quiero, lo tengo!), es menos espacio, es más barato, es más promiscuo, es más morboso, es me cambio de un libro a otro a golpe de dedo… ¡y tienen razón!
Pero como todos sabemos existe el “sexo real” y el “sexo virtual”… y los dos son sexo (leas donde leas, siempre es un placer), pero uno es más sexo que el otro y sobre todo es mucho más completo.
¿Con cuál te quedas tú? (No hace falta que respondas, con que lo pienses es suficiente… pero si te atreves… puedes dejar abajo un COMENTARIO).
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